Nota de autor: Este post está intrínsecamente relacionado con esta entrada de Sinzeridad.
NO TE OLVIDÉ...
Esta tarde De aquellos recuerdos solo tengo tu nombre Ya son como dos o tres lustros los que no te veo Y aun se me hace difícil no recordarte Que difícil se ha convertido el verte, siempre en recuerdos Que difícil es encontrarte y no verte, siempre en recuerdos.
Sin querer estoy cantando una canción que hace siglos no escucho Y sin querer recuerdo porque como dije antes, a veces lo hago Que aquella canción es la nuestra La que así llamamos tras tu primer cigarrillo…
Será que todo en el mundo ha cambiado Las lluvias de verano, las tardes al viento y sus noches de esplendor Será que a mis pasos los he mudado De tierras secas y acaloradas y un pueblo desolador.
Después de un largo estado de zozobra llego la calma La clarividencia de tu alma en recuerdos me iluminó Ya no puedo cantar las canciones que cantaba Ya no hay acordeones bamboleantes en el velador.
Cuando te fuiste de mi vida también me fui yo Pero al tiempo perdido he rescatado Y he vuelto insatisfecho buscando la razón Razón de mis lamentos durante mucho tiempo de dolor.
Ya no voy a mentirme mintiéndote, es cierto que existes En algún lugar de mi memoria aún palpita tu corazón He recordado en segundos toda nuestra historia triste Al encontrar en un cajón olvidado esa marca de cigarrillo Que el contrabando, buen delito, también olvido.
Cómo de insana es mi memoria bastarda de padre tiempo Que no recuerda recuerdos y vive de las memorias de los sentimientos, Cuál será el destino y final de estas palabras olvidadas Que hoy desearon recordar cómo te quise en otros momentos.
Y pensar que fui yo quien te indujo en el vicio cigarrero Con tabacos de vainilla que durante mucho tiempo Al igual que a ti y tus recuerdos ya no los veo desde aquel enero.
Urgando entre papeles de hace mucho tiempo atras, encontre uno de mis primeros poemas, recuerdo que le vi algunas luces en ese entonces. Al leerlo rememoré viejas historias, que seguramente he de contar luego aqui en dimemas o en sinceridad. Sin más preambulo les presento Bastas Paranomasias.
Bastas Paranomasias
No bastarán días sin noches como aquellos antes de estos, esas que mañana quizas sean y que nunca fueron.
No bastarán lagrimas tuyas en un mar sólo mío, sólo mío en tu conciencia, sólo mio, pero más tuyo.
No bastarán como bastaron lagrimas y risueños cantos dudas, quejas y falsas caricias creencias que estan lejos del alba.
No bastarán ni hoy, ni ayer pues el mañana está ausente y la ausencia no basta en tu aroma y tu aroma no basta en mi tristeza.
Y sí que no basta después de tanto, tanto que para tí es nada, nada que para mi es un te amo Pues el tanto y la nada no bastan ni bastará lo que algún día bien soñamos.
Haz de abrazar mis sombras en el tenue horizonte Indomable yo en tu corazón, lontano yo en tu pensamiento.
Haz de tratar oír mis palabras de forma permanente, Calmar tu sed de ansiedad en días de sueños frustrados Pues son sólo en esos momentos de gloriosa locura tuya En los que con paso valeroso, puedo aun ser escuchado.
Y haz de querer tocar mi rostro con un golpe hiriente Pues con caricias tu corazón no es mío, ni será mío el sentir tuyo .
Pues haz de querer abrazar mis escritos ¡y sí! De abrazarlos, De atosigarlos en lúgubres latidos de olvido, De querer que estos marchitos reclamos, clamen de alegría, Que clamen por una maldita esperanza muerta en combate Herida y humillada fruto del desquiciado recuerdo mío.
Y haz de abrazar mis sombras en el tenue horizonte Yo distante en tu pensamiento e indomable en el sentir tuyo.
¿Qué se esconde tras aquella silueta traviesa? ¿Qué se esconde detrás del biombo secreto? Quizás tu cuerpo embriagador aguardando mis cenizas Tal vez mi hojas secas resplandeciendo viejo abeto.
Te estoy esperando y se que siempre ya vendrás A veces quisiera que siempre fuera nunca… Te estoy buscando y se que pronto te encontraré Como se que pronto se acerca y pronto me iré Para no verte nunca, pronto… no estaré.
¿Qué han de pedir estas situaciones extrañas Que solo buscan distanciarnos con sus excusas alentadoras? Solo buscan entregarle vida de penurias a quien mejor le queda no vivir.
Que se yo del siempre o del nunca Si siempre que se quiere nunca se tiene Viejo adagio de herradura, ley de contradicciones Siempre y nunca sinónimos que dicen lo mismo que nada Como nada se sabe mientras mas se desea saber Todo se quiere y nada se ha de tener.
Esto es porque quiero verte Y no quiero verte ni siempre, ni pronto, ni después Simplemente te quiero ver.
A veces quisiera que siempre fuera nunca en el romance de mis deseos.
Nota del editor:Este es un poema de mi buen amigo, compañero de colegio Lucio Salva, quien se encuentra a postrimerias de sus estudios en derecho y al parecer también se ha despertado en él la intención de expresarse como artista sin dejar de lado su convicción y su profesión, esto es honor y alegría para quienes escribimos en el blog, sin mayor perorata:
LA LUCHA DEL DEFENSOR
La gente susurra quejosa nuestra formación Mientras hablan de nuestro despiadado proceder Y es que sus ojos cobijan frustraciones, penas y dolor Rencores asignados a los asesinos de la ilusión.
Jóvenes incrédulos los que optan por el camino de la ley Vanos sus ideales de justicia que a la postre del saber Conciben la ética que será consumida por el calamitoso litigio.
Pocos los que asimilan la rudeza de esta vida Pocos los que creemos en justicia Pocos los que ensordecen al escuchar agravios Pocos los que resignamos a la vida.
Ya que no existe voz que defiende a quienes cautelan silenciosos Exhorta la gente la factible vida del letrado Tempestuosa y vanidosa.
Pues que sueños míos Que perdidos en la ausencia de mi mentor son promesas de olvido Llantos del niño que ocultas En la entereza aprendida, en la vida del quien me la dio.
Mil noches tengo para callar mi reclamo Ese que el corazón exige resolver Pero que el despertar obliga a olvidar.
Pobre abogado que en su vanidad transforma tristezas Haciendo la defensa de la familia contra la vida la que nos fulmina Aquella sin auxilio, aquella que no es conocida Aquella que no se critica y que al descubrirse, al fin, jamás la olvidarán.
Hermano lobo, sé que anduviste esperando por un comentario mío, así que en la plenitud de mi incapacidad, le dedico a tu ingenio este pobre escrito.
Hambre de Palabras
He pasado noches mágicas, contigo Soledad que me visitas cuando menos te espero. Hoy apareciste mientras me resignaba a no verte más, mientras me entregaba nuevamente al fatalismo de ser como soy, en una vida que nunca fue fatal, sino llena de fortuna.
Seguramente Soledad te encantaría verme con un ademán particular que te indicase cuando es que te espero. A cambio de ello, nunca te deje verme mirar a la luna con un cigarrillo en la mano, quemando el tabaco en los pulmones, lanzando señales de sangrehumo por la ventana. Tampoco me deje ver como El Pensador, petrificado en la desnudez de la contemplación absoluta. Menos posible me ha de resultar apoyar la cabeza cansada de sufrir como Vallejo, mientras ensayaba las lágrimas que le brotarían luego por los dedos, trazos que se sujetaron al papel como la raíz de una higuera se aferra a la vida.
Pero el cigarrillo, Soledad, lejos de apaciguarme, me genera malestar y me pierdo más en los medios que en la finalidad. La postura de ”El Pensador” de Rodin me genera incomodidad,y últimamente me saturo con prendas como para mantenerme desnudo sin saber si haz de venir . Esperarte no es como estar a las puertas del infierno, aunque a veces resulta ser desesperante.
Pero para que dar señales Soledad, Vallejo no usaba esa ya sabida postura para llamarte, solo detenía por momentos su mirada puesta en la realidad. Su instinto de poeta, de indisciplinado lo obligaban a descansar en su afán por conocer lo que terriblemente nos toca vivir como hombres con hambre y sin humanidad.
¿Para qué una señal?, si te tengo cuando menos te pido, pero quizás esos sean los momentos más exactos, cuando el enigma se resuelve, cuando la arbitrariedad da paso al discurso. La soledad no equivale a evitar la compañía Soledad, es esperarte, para así esperar juntos luego mi llegada, quizás llegue con algún regalopara nosotros, quizás sin nada.
Allí donde suelo perderme, en el mundo de las ideas puras, no existen las palabras Soledad. Es un mundo donde las ideas se encuentran ya desarrolladas pero donde no se puede pensar, y por más que esto se intente, el pensar te lleva a no pensar en nada Soledad,
Pero él que te piensa bajo palabras inexactas te tiene mientras esperan y aquel que se pierde en lo ininteligible buscando aquello que no esta extraviado (los absolutos inexpresables, el busilis del que sólo una fracción nos llega con la intuición) nunca te encuentra y sin haberte hallado te pierde. Y te calla en su incapacidad por exponer lo que sabe que existe pero que no puede decir. Por eso es que regreso cuando me visitas Soledad, para pensar en algo, de algo, a propósito de algo.
Para poder existir conforme te pienso con palabras, dejare de ser ese mochilero de lugares tan lejanos, el campeador de cuanto misterio haya que derrotar, el salmón para el que no existe embravecido rio ni buena muerte que sobrepasar. Me quedaré más en lo cercano, dejare el éxtasis angustioso de un largo proceso indagatorio en su resolución, por la no menos difícil tarea del logos.
Hoy ha nacido en su muerte el huérfano de ideas complejas, hoy se engendró el malnutrido pensador hambriento de palabras, hoy su hambre voraz es más que su ausencia de humanidad como hombre que es. Quizás en esta nueva tierra baldía te encuentre Soledad… quizás allí me encuentre.